Sobre la voluntad de controlar y trascender el cuerpo

El cuerpo se ha convertido hoy en un nuevo campo de batalla. Maltratado, sometido y despreciado por una voluntad de trascendecia que se empeña en la ficción de una separación entre mente y carne. Y, pese a todo, el cuerpo permanece irreductible remitiendo aún al deseo y lo irracional. Se vuelve imprescidible volver a pensarnos como piel, músculos y órganos para apropiarnos de quienes somos y compredernos como seres en un mundo.